Por una salud sin barreras

Problemática en el sector salud

La OMS busca que todas las personas en el mundo tengan bienestar y puedan mejorar su calidad de vida.

Desde 1948, cada 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud. La fecha se estableció para conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los últimos años, la OMS ha trabajado en campañas enfocadas en fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta, logrando que todas las personas puedan tener acceso a una atención sanitaria de calidad, y que ésta pueda ser asequible. De esta manera, la OMS busca que todas las personas en el mundo tengan bienestar y puedan mejorar su calidad de vida. Este año, el tema central es: “Nuestro Planeta, Nuestra Salud”, que tiene como objetivo brindar información sobre cómo proteger nuestra salud y la de nuestro planeta, y así, incentivar un cambio sostenible a favor del bienestar de todas las personas. 

¿De qué manera la pandemia ha afectado el acceso y la calidad de la salud? 

Antes de la pandemia, el Perú ya presentaba brechas en la calidad de su sistema de salud. El país contaba con 13,6 médicos por cada diez mil habitantes. Asimismo, se registraban apenas 0,4 camas de cuidados intensivos (UCI) por cada cien mil habitantes, según cifras del Ministerio de Salud. El déficit se replicaba también en términos de equipamiento, donde según datos de la Organización Panamericana de la Salud, el país tenía cinco ventiladores mecánicos por cada cien mil habitantes. 

Lamentablemente, la COVID-19 agudizó este problema. Los sistemas de salud se vieron obligados a responder con urgencia y tomar decisiones para salvar vidas. Priorizar la atención a pacientes con infección por el nuevo coronavirus, por ejemplo, llevó a reducir la prestación de servicios de salud a pacientes con otras enfermedades. En ese sentido, servicios como: el materno-infantil, la atención de enfermedades crónicas no trasmisibles, entre otras, tardaron en restablecerse.

Para las poblaciones en situación de vulnerabilidad esta situación se agravó aún más. En el caso de las mujeres disminuyó el acceso a servicios básicos, y como consecuencia de la cuarentena, aumentó la violencia basada en género, así como la carga de cuidado en el hogar. Durante los meses de confinamiento, las denuncias por violencia familiar aumentaron en un 130% en el país, según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Otro de los graves problemas de salud que enfrenta actualmente el Perú, y que la pandemia ha agravado aún más, es el acceso a los servicios de salud mental. El acceso a este servicio en Lima Metropolitana, por ejemplo, ha disminuido en un 30%, respecto al año 2021 mientras que la prevalencia de los trastornos mentales aumentó en 50%, según el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM). Durante la pandemia, de cada 100 personas con algún trastorno mental detectado, el 80% está consciente de su problema, un 50% desea recibir una atención; pero solo el 12% encuentra acceso a los servicios de salud mental, según la investigación realizada por el INSM.

Estos datos reflejan una realidad donde la población tiene más necesidades, es consciente de la importancia de tratar sus problemas, pero sus posibilidades de acceso a ser atendidos han retrocedido 30% menos que en años anteriores. 

La pandemia ha golpeado nuestro sistema de salud, debilitándolo aún más. No solo ha puesto en evidencia las barreras y desigualdades existentes, sino que también ha llegado a impactar negativamente en la economía de miles de familias peruanas. 

Salud y bienestar

Nuestro trabajo por conseguir avances en el ODS 3

Desde CARE Perú, buscamos promover el acceso a una salud de calidad y trabajamos arduamente por el cierre de brechas, con el fin de conseguir avances en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 “Salud y Bienestar”. Por ese motivo, en cada uno de nuestros proyectos e intervenciones brindamos asistencia técnica y fortalecemos las capacidades de los actores involucrados en el sistema de salud. Asimismo, trabajamos con los centros de salud de primer nivel a nivel regional, y también movilizamos una respuesta rápida comunitaria frente a las emergencias.   

Al involucrar a todo el ecosistema, buscamos que las personas se conviertan en agentes de la salud que proporcionen información, levanten situaciones de emergencias y que, de esta manera, se reduzcan las brechas en la demanda y oferta de servicios de salud.    

En ese sentido, Cinthya Tello, Gerenta de Inclusión Social y Poblaciones Vulnerables en CARE Perú, nos explica los logros que venimos alcanzando a través de la experiencia del proyecto FORS.

Este proyecto busca fortalecer las capacidades de respuesta organizada de los sistemas de salud locales y las comunidades/territorios frente a la emergencia por la COVID-19, priorizando a la familia y al ser humano en su protección, cuidado y capacidad de contagio. Además, el proyecto busca acompañar el tránsito hacia una comunidad más saludable que pueda gestionar un nuevo escenario post emergencia, protegiendo y promoviendo la salud de la población. 

Trabajo de CARE Perú

Conoce nuestras acciones a favor de la salud y bienestar de todas las personas

Salud mental

La pandemia ha paralizado los servicios de salud mental del 93% de los países, según la OMS. Motivos como el estrés, el duelo, el aislamiento, la crisis económica, entre otros., han debilitado la resiliencia de la población y han desencadenado transtornos mentales en las personas, principalmente, en las poblaciones más vulnerables.  

En el 2021, un total de 313 455 casos de personas con depresión fueron atendidos a nivel nacional a través de los diversos servicios de salud mental, lo que significó un incremento de 12% de casos en relación a la etapa prepandemia, según el Ministerio de Salud. Esta enfermedad puede manifestarse de diferentes maneras, las personas pueden llegar a presentar síntomas como sentimientos de profunda tristeza, pérdida de energía, ganas de llorar, alteraciones del sueño y del apetito, entre otras. Estas consecuencias pueden llevar a las personas a problemas de salud más severas, por ello, es importante tratar la depresión, así como otros problemas mentales, de forma oportuna. De lo contrario, las personas, en casos muy graves, podrían hacerse daño de forma intencional. 

A fin de que la población pueda acceder a una atención en salud mental oportuna, el Ministerio de Salud cuenta a nivel nacional con 1043 centros de salud con servicios y profesionales de psicología, 208 Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC), 52 hogares protegidos y 30 hospitales con servicios de salud mental y hospitalización enfocados en la recuperación de la persona. Acceder a estos servicios es un derecho de todas las personas. Sin embargo, en la práctica, este derecho no llega a todas las personas de la misma manera. 

En ese sentido, los proyectos Fronteras Invisibles y Alma Llanera de CARE Perú promueven la mejora en el acceso a servicios de salud mental y protección, y en la generación de espacios seguros para las personas refugiadas y/o migrantes venezolanas, quienes, en su mayoría, viven en situación de vulnerabilidad dentro de nuestro país.

Salud sexual y reproductiva

En nuestro país, el embarazo en niñas y adolescentes es un serio problema de salud pública que tiene consecuencias devastadoras para sus vidas. Además, constituye un obstáculo para su progreso personal, social, profesional y limita el libre desarrollo de sus competencias y habilidades. 

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), al año 2019, en Perú, el 12,6% de las adolescentes de 15 a 19 años de edad estuvieron alguna vez embarazadas, de este grupo, el 9,3% ya eran madres y el 3,3% estaba gestando por primera vez. 

Lamentablemente, la pandemia por COVID–19 ha agravado esta situación aún más. De acuerdo a la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, el embarazo en adolescentes ha incrementado en un 12% en todo el país, siendo las más afectadas las mujeres en situación de vulnerabilidad y pobreza, como, por ejemplo, las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas que viven en el Perú.

Todas las mujeres en el mundo tienen derecho a recibir información, orientación y servicios de calidad que les permitan tomar decisiones sobre el uso de métodos anticonceptivos, embarazo, infecciones y enfermedades de transmisión sexual, entre otros, sin ser discriminadas. Es por eso que, a través del proyecto Fronteras Invisibles, promovemos el acceso a servicios de salud mental, sexual y reproductiva y de protección de los derechos de mujeres migrantes y refugiadas afectadas por la crisis de Venezuela, que viven en el Perú.  

Emergencia sanitaria

Lamentablemente, la enfermedad de la COVID-19 ha cobrado la vida de más de 211 mil personas y ha infectado a 3 millones 500 mil en todo el territorio nacional, de acuerdo a las cifras oficiales del Ministerio de Salud hasta el marzo de 2022. Por tal motivo, la OMS y autoridades expertas en salud de todo el mundo continúan impulsando a la población a vacunarse como la mejor solución para poner fin a la pandemia. Los expertos señalan que cuanto antes se consiga inmunizar a las personas, más rápidos se logrará frenar la expansión del coronavirus, y su impacto en la vida de millones de personas. 

Motivado por ese deseo, nace el proyecto FORS, que busca fortalecer las capacidades de respuesta frente a la COVID-19, promover hábitos saludables y prevenir la aparición de más casos de COVID-19 en la comunidad de intervención.

Desde el inicio de la pandemia, el rol de las y los Agentes Comunitarias de Salud en la prevención de la COVID-19 ha sido clave, ya que realizan acciones voluntarias en la promoción de comportamientos saludables y la prevención de enfermedades en su comunidad. Por tal motivo, ha implementado una herramienta digital que utilizarán más de 100 Agentes Comunitarios de Salud (ACS) para la vigilancia de la COVID-19. El aplicativo les permitirá planificar las visitas domiciliarias, geolocalizar la vivienda, conocer las condiciones de salud de la familia, los riesgos de sus integrantes y brindar información educativa para la prevención de la COVID-19. 

El proyecto FORS fortalece las capacidades de gestión comunitaria de 125 Agentes Comunitarios de Salud, de las cuáles el 77% son mujeres que viven en zonas rurales de nuestro país y lideran el cambio en sus localidades. Su experiencia en campo y la cercanía con las familias las convierten en aliadas estratégicas para promover comportamientos y estilos de vida saludables. 

Prevención y tratamiento del VIH

En el Perú, hay 87,000 personas con VIH. El 99% de los casos de VIH se originan por transmisión sexual, pero el 91% de las mujeres y el 85% de los hombres no siempre toman precauciones durante las relaciones sexuales. Esto se debe a factores como el consumo de alcohol y drogas, y los mitos relacionados con la disminución de la sensibilidad y el placer. De acuerdo con Aids Healthcare Foundation (AHF), el 68% de los casos de VIH diagnosticados en Perú se presenta entre los 20 y 39 años. 

Con la llegada de la pandemia y la saturación de los centros sanitarios, Perú redujo un 58% la detección de nuevos casos de VIH. Según AHF, de los meses de enero hasta octubre del año 2020, se tamizaron en Perú a más de 20,000 personas y se detectaron 1,475 nuevos casos, unas cifras sustancialmente inferiores a las del mismo periodo del 2019, cuando se realizaron cerca de 50,870 pruebas rápidas y se diagnosticaron más de 3,365 casos. 

Este es otro gran problema que enfrenta el Perú y que no debemos dejar de atender. Por eso, a través del Proyecto País VIH estamos disminuyendo brechas en el tratamiento y prevención del VIH. En alianza con el Minsa y el Fondo Global, estamos acercando a las personas que tienen VIH con los servicios de salud. Asimismo, estamos trabajando para que estos establecimientos tengan un enfoque de salud seguro, acercando a miembros de la comunidad LGTBIQ+ para que puedan recibir una atención de calidad y formar mecanismos de atención comunitaria.

Nutrición

En el Perú, la anemia afecta al 38.8% de niñas y niños menores de tres años constituyendo un problema de salud pública, a pesar de que la reducción de esta cifra en los últimos años es alentadora, aún hay mucho por hacer . La Endes muestra que los porcentajes más altos de la anemia se presentan cada vez a edades más tempranas, periodo clave para el desarrollo del cerebro y habilidades cognitivas. Así, los niveles más altos se observan en niñas y niños de 6 a 35 meses (38,8%). 

Las regiones más afectadas por esta enfermedad son Puno (70,4%), Ucayali (60,8%), Madre de Dios (58,4%) y Huancavelica (57,4%). En Lima, el 35,3% de menores de 3 años padece de anemia. Asimismo, su incidencia es mayor en las zonas rurales (50%) que urbanas (40%). 

En tanto, el sobrepeso infantil –al igual que en adultos– tiene una mayor incidencia en menores que pertenecen a sectores de mayores ingresos –donde alcanza el 15%– y a hogares donde la madre cuenta con educación superior (11,3%). 

En CARE Perú, sabemos que es importante que madres y padres de familia y/o cuidadores acompañen a las niñas y niños en su desarrollo, orientados en su bienestar integral, tanto físico como emocional. Por ello, desde el programa Ella Alimenta al Mundo, buscamos mejorar la seguridad alimentaria y nutricional a través del empoderamiento económico de las mujeres en los ámbitos priorizados y reducir el retraso del crecimiento (desnutrición crónica) y la anemia nutricional en 4 distritos de las regiones de Lima, Ica y Piura, con un enfoque de género.

Acciones de mejora

El camino hacia el cierre de brechas en salud

De acuerdo a una investigación del 2018 de la asociación Contribuyentes por Respeto, basada en datos de la OMS, EsSalud, Minsa y la OCDE, la falta de inversión y la mala gestión de los recursos disponibles generan la ineficiencia de los servicios de salud y, como consecuencia, afectan la salud y economía de millones de peruanas y peruanos. 

Por otro lado, el informe técnico titulado “Perú: Percepción Ciudadana sobre Gobernabilidad, Democracia y Confianza en las Instituciones” de febrero de 2020 elaborado por el INEI señala que los establecimientos de salud son el lugar donde las personas se han sentido más discriminadas, a nivel nacional. 

Frente a esta problemática, se deben tomar acciones para mejorar la calidad de los servicios de salud en nuestro país con urgencia. Para alcanzar una verdadera transformación que asegure el bienestar de las personas es indispensable que exista una cobertura universal en salud. En ese sentido, la OMS recomienda fortalecer el sistema de salud, contar con estructuras de financiación sólidas, tener una atención integrada de calidad centrada en las personas, garantizar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales; y contar con personal sanitario capacitado. 

Según el Banco Mundial, la crisis sanitaria tomó por sorpresa a un sistema fraccionado con servicios que no responden a las necesidades de la población y sin un financiamiento adecuado. Sin embargo, la emergencia también presenta una oportunidad para reformar el sistema de salud de manera que todas las personas puedan acceder a servicios de calidad y en equidad. Desde el inicio de la emergencia sanitaria, el Gobierno ha reforzado la telemedicina, cuyas consultas pasaron de 250 a más de 35 000 al día. 

Asimismo, es importante asegurar el acceso a medicamentos para que las y los pacientes puedan continuar sus tratamientos. Actualmente existe una demanda muy alta de medicamentos insatisfecha, ya que se estima que el 43% de usuarios que reciben receta en los establecimientos de salud, compra medicamentos en boticas y farmacias privadas.

Para lograr una reforma sanitaria, también es importante la participación activa de la población, así como un trabajo en conjunto entre el sector público y privado. En el marco del Día Mundial de la Salud, tomemos en cuenta las medidas urgentes que necesitamos implementar para mantener la salud de las personas y de nuestro planeta en mejores condiciones. 

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