RETOS Y OPORTUNIDADES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR EN PERÚ

Proyecto “Ella Alimenta al Mundo” brinda oportunidades de desarrollo para mujeres agricultoras

En el contexto actual por la pandemia de la COVID-19, la desigualdad en nuestra sociedad salta a la vista. En el caso de las mujeres rurales, por lo general existe un acceso a terrenos de cultivo de menor calidad, muchas veces en espacios marginales, donde principalmente se cultiva la tierra para el consumo de las familias. Las mujeres del campo cuidan y crían los animales domésticos, procesan los productos primarios o venden sus pequeños excedentes en los mercados locales, mientras que la participación de los hombres en las actividades productivas tiene mayor vinculación con cadenas de valor más competitivas y de mayor rentabilidad. Además, otra de las brechas de género importantes en nuestra región es la que corresponde a la titularidad y/o tenencia de las tierras, ya que las mujeres poseen solo un 30,8% de las tierras de cultivo en el Perú (FAO 2018). 

A través del proyecto Ella Alimenta al Mundo, desarrollado por CARE y PepsiCo, trabajamos por la seguridad alimentaria y nutricional de productoras de pequeña escala con el propósito de aumentar los ingresos económicos familiares de una forma sostenible. De esta manera, el proyecto integra seis áreas: empoderamiento de la mujer, incremento en los recursos productivos, incremento en las oportunidades de acceso a mercados, mejora de los índices de nutrición, mayor protección social y multiplicación de impacto. 

En esta línea, CARE Perú y PepsiCo vienen implementado diversas acciones para promover la agricultura familiar con el involucramiento de los Gobiernos Locales, entidades públicas del sector agrario y las organizaciones socio-productivas lideradas por mujeres en las regiones de Lima, Piura e Ica. Hasta la fecha, se han beneficiado a más de 9 500 participantes directos y más de 117 000 indirectos.

Desde Ella Alimenta al Mundo se trabaja bajo el concepto del uso sostenible de los recursos naturales: la tierra, el agua y la agrobiodiversidad. Estos elementos son fundamentales para el éxito y funcionamiento de los sistemas alimentarios, ya que los hábitos de consumo están virando positivamente hacia una alimentación más saludable, en tanto los consumidores son cada vez más exigentes en conocer el origen y trazabilidad de estos productos.  

Asimismo, esto implica el reconocimiento del potencial que tiene el sector privado para promover y garantizar condiciones de trabajo decente con igualdad de oportunidades y reconocimiento general de las mujeres en sus roles productivos como trabajadoras, productoras y participantes activas de la agricultura familiar, donde representan el 40% de la fuerza laboral.  

Desde CARE PERÚ estamos plenamente convencidos que para alcanzar transformaciones estructurales a favor de las mujeres agricultoras se requieren de organizaciones públicas y privadas socialmente comprometidas con el sector. Por ello, continuaremos trabajando para generar espacios de desarrollo sostenible que contribuyan a mejorar la productividad agrícola familiar. 

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